1000 historias, visita al cementerio de los ingleses.

El 16 de febrero  visité el denominado "Cementerio de los ingleses" que está en el barrio de San José, en Las Palmas de Gran Canaria. La actividad estaba organizada por el Cabildo de Gran Canaria (al que felicito por la iniciativa) y la explicación del lugar nos la ofreció la Señora Betty Burguess, la cual compartió de forma desinteresada con los asistentes sus amplios conocimientos sobre la historia del lugar.

Mientras caminaba por el cementerio cerré los ojos e intenté imaginarme las mil caras de los cuerpos que descansan allí. A mi mente afloraron mil historias humanas vividas hace ya mucho tiempo: esperanza, dolor por la perdida de seres queridos, recuerdos de la lejana Inglaterra, afán por ahorrar para comprar una casa, trabajo bien hecho con la intención de ganar dinero con el que mantener a la familia, enfados, amores, odio, pobreza, riqueza, impotencia, rabia, enfermedad...

Cientos de sueños que vivieron personas como nosotros, que pasearon por las calles por las que paseamos en la actualidad, que vieron la puesta de sol desde donde nosotros la seguimos viendo y que quizá vivieron sobre el mismo suelo en el que vivimos hoy. 

Cientos de anhelos que vivieron hombres y mujeres que fueron padres, madres, hijos, hijas, tíos, sobrinos, novios o novias y que hoy son solo polvo y un vago recuerdo entre sus descendientes.

Es seguro que nuestras vidas, nuestras preocupaciones, nuestros sueños y nuestras penas dentro de otros cien años estarán completamente difuminadas, como están las de las personas que descansan allí.

La muerte es parte de la vida y es lo único que iguala a todos los seres humanos. El cementerio de los ingleses es un espacio que nos recuerda lo efímero de nuestra existencia. Ese razonamiento, lejos de causarnos tristeza ,debe servirnos para alegrarnos y disfrutar del tiempo en que vivimos. 

Si al final vamos a ser solo polvo y lápidas con palabras borrosas debemos aprovechar al máximo hasta el último aliento de vida,  de esa forma no venceremos a la muerte (esta siempre gana) pero si venceremos a la vida.