La foto que ilustra esta reflexión la encontré en la red. El texto que la acompañaba es bastante explicito: "Policía español da clases de democracia a estudiante valenciano". Esa imagen me trasladó a mi época en el Instituto de la Isleta, en la que el centro fue vanguardia de la lucha social.
Estamos en tiempo difíciles que necesitan una clase estudiantil fuerte y comprometida. Por esa razón quiero hacer un pequeño homenaje a los estudiantes que con su arrojo han conseguido cambiar el mundo en el pasado y que hoy están llamados a protagonizar la revolución cultural, ideológica y social que necesitamos.
No se me ha ocurrido mejor homenaje que usar los versos de Pedro García Cabrera, poeta gomero cuya figura se conmemora en todas las islas dentro de la celebración del día de las letras canarias.
Cuanta verdad encierran, una vez más, sus palabras.
RESPUESTA DEL ESTUDIANTE
(Hora punta del hombre)
Hasta que se nos oiga
hemos de romper puertas,
matar espantapájaros
y derribar estatuas.
Hasta que se nos oiga
colocaremos trapos
de protesta y de lidia
en el tablón de anuncios
de los anacronismos.
Nosotros no tenemos
compromisos con zoos
de fantasmas
ni parques de esperpentos.
Nosotros no queremos
morirnos de tristeza,
ni disecar ocasos,
ni andarnos por las ramas.
No queremos ser carne
de inválidos civiles
mutilados de espíritu,
aun antes del viaje
de final de carrera.
Para que se nos oiga
hemos de quemar pronto
las verdades a medias,
fumigar las palabras
para que nos expresen.
No queremos comprar
cadáveres de cera
con el oro de ley
de nuestros años mozos.
Ni tenemos arrugas
en el rostro. Luchamos
para ser transparentes
como la luz y el agua.
Que nos oigan bien claro.
Nuestra conducta es esta:
queremos claridades
sin vendajes de nubes.
Queremos sobre todo
dar vida a nuestro sueño
y modelar las sienes
del barro de los días.
Hasta que se nos oiga
seguiremos sentados
a las puertas del hombre
que pone en pie el mañana.
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