Estamos en la festividad de la Virgen del Pino. Su imagen
se venera desde el año 1481, fecha en que apareció en un pino en cuya ramas
habían crecido tres dragos. Todo indica que la zona donde apareció era un lugar
de culto de los primeros canarios. Se cuenta que cuando "apareció" la Virgen , ésta desprendió una
luz que por contacto "dejó sus pies grabados en la piedra". ¿Les
suena eso? Probablemente serían grabados podomorfos realizados por los
antiguos canarios. No es descabellado afirmar que ésta sea una transposición
cristiana del culto a la fecundidad femenina que realizaban los primeros
habitantes del lugar.
Pero esta no es la única
manifestación actual relacionada con el mundo de los primeros canarios que
reflejan como su cultura se mantuvo viva, pero oculta, sobre todo en las zonas
altas de las islas.
Dentro de esas manifestaciones
las que más han llamado mi atención en relación con el mundo mágico de los
antiguos canarios son las palabras "mago" y "mauro" y la
frase "los tres teniques".
Empecemos por los conceptos de
"mago" y "mauro".
Esas palabras eran usadas como
sinónimo de "bruto del campo", aunque hoy mucha gente las usa
también, sobre todo el concepto "mago", para hacer referencia al traje
típico de las islas. No es infrecuente escuchar "ir vestido de mago a la
romería".
El origen de esos vocablos parece
que tiene relación con los momentos posteriores a la conquista militar de las
islas. Muchos de los que vivían aquí a la llegada de los castellanos
prefirieron mantener su cultura y creencias mágicas, no adoptando la religión
cristina traída por el invasor. Para poder hacer eso, sin ser perseguidos,
optaron por trasladarse a vivir en las partes altas de las islas, donde en
secreto continuaron adorando al sol, al Magec. A esos "adoradores del
sol" se les llamó "magos" (Magec-magos) y "mauros" (Al
mantener los ritos que sus antepasados trajeron de África-Mauritania). El tono
despectivo nació entonces para asociar a los "canarios" que siguieron
fieles a sus costumbres con "brutalidad e incultura", frente a los
que "sabiamente" aceptaron que las nuevas creencias eran "mucho
más civilizadas".
Como se puede comprobar hoy en
día se siguen manteniendo expresiones que nos enlazan con los primeros pobladores
de las islas. Un ejemplo de ello lo tenemos en el magnífico trabajo que viene
realizando el investigador canario Fernando Hernández Gonzalez que recuperó una
vieja letanía guanche (Digo guanche porque fue recuperada en Tenerife) de
adoración al Magec.
En referencia a la frase "los
tres teníques" puedo decir que esta ha sido usada tradicionalmente en
nuestros campos como sinónimo de "hogar", aunque en la
actualidad está en desuso . Eran frecuentes en el pasado expresiones
populares como "mi hogar y mis tres teniques", para hacer referencia
a la tranquilidad y seguridad que nos da la casa propia.
El año pasado, dando una charla
en Teror, una mujer comentó que su madre decía cuando llegaba a su casa "mi
hogar y mis tres teniques" y que ella, por tradición, también lo hacía. Le
pregunté si sabía la razón de esa frase y me comentó que no, que desconocía su
significado.
El vocablo "tenique"
proviene del idioma de los primeros canarios y a su vez estos lo trajeron del
norte de África. Aunque en la actualidad muchas personas usan el término para
referirse a una piedra de forma general, su significado original era otro. Para
los antiguos canarios "tenique" hacía referencia a las piedras que en
número de tres formaban el fogón de sus casas. El propio Pancho Guerra recogió
en sus estudios ese significado original.
En el mundo Amazigh del norte de
África se conoce como "ínek" a la “piedra del hogar”
(piedras que en número de tres) se coloca en las hogueras que se hacen para
cocinar. Su plural es "énike", por lo que con solo colocar
una “t” delante obtendremos la palabra canaria de "tenique".
En el mundo mágico amazight las
tres piedras del hogar son sagradas, al estar vinculadas al sol y la luz. Ellas
ayudan a iluminar las casas cuando el sol no está.
Ese es el origen aparente de la
popular frase canaria de los "tres teniques", relacionada con el
mundo mágico de los primeros pobladores de las islas. Culto al sol, a la madre
tierra y a la fecundidad femenina.
Si desean saber más sobre estos
temas les invito a leer el libro "Magos, Mauros, Mahoreros o
Amasikes" de Hermógenes Afonso de la Cruz , conocido como Hupalupa.
Un ejemplo de la vinculación de
las Islas Canarias con el culto al sol.
Cueva de Risco Caído - Artenara.
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